La generación X fue un término creado en 1991 para aquellos que a principios de la decada vivían su adolesencia. Esta generación se vio afectada por el consumismo de los años 80’s, la caída del muro de berlín, el fin de la guerra fría y la aparición del SIDA.
Antes era imposible que los jóvenes tuviesen gustos musicales variados. Pero en los 90’s la disponibilidad de información y material artístico, gracias al internet, hizo que esta generación fuera más abierta que las anteriores en cuanto a la música. Fue un momento para la fiesta y tonadas pegajosas que invitaban a soltarse en la sensualidad y el “reventón”. También cabe mencionar que MTV estaba en su época más gloriosa influyendo más fácil a la juventud (incluyéndome).
En esta generación se popularizaron las fiestas, con ello un abuso mayor de sustancias alcohol y tabaco. Excedía el uso que generaciones anteriores le daban a estas.
La generación X fue víctima de un uso indiscriminado de las drogas legales tanto que las cifras de alcoholismo y tabaquismo aumentaron considerablemente.
A principios de la década disminuyó el uso de drogas ilegales entre los jóvenes, tal vez por las numerosas campañas que sacaban en la televisión en ese entonces (Vive sin drogas, etc.) A pesar de todo la marihuana siempre fue popular sobretodo gracias al Hip-Hop y sus letras de gangster y drogas.
También se popularizó mucho el género electrónico que hasta ahora prevalece. El disco de los 70’s y 80’s evolucionó a géneros electrónicos como el techno y el house, comenzándose a hacer cada vez más sintético e hipnótico. Estos géneros dieron lugar a fiestas más intensas donde las drogas ilegales cómo el éxtasis, cocaína, meth y LSD eran el corazón de sus noches.
Más tarde, a mediados y finales de la década las fiestas electrónicas empezaron a pegar más con otros géneros y subgéneros más elaborados: El trance y el psychedelic trance. Estos dos géneros transformaron las fiestas clandestinas en festivales masivos de gran magnitud ahora llamados “raves” por sus siglas en inglés: Radical Audio Visual Experience.
Estos festivales se caracterizan por tener una larga duración que va desde 12 horas hasta dos días completos de música continua. En los cuales los jóvenes se ven orillados a consumir sustancias para aguantar la fiesta completa.
Si en épocas anteriores creíamos que la gente se drogaba mucho, hoy han llegado a superarlo con estos festivales que a pesar de ser también un concierto llega a ser más que nada, un corral para drogadictos que otra cosa. La música lamentablemente no parece ser lo mas importante, pero a nadie le interesa mientras las drogas sigan haciendo efecto.
La música puede ser potenciada por las drogas, si, pero hay una línea muy borrosa la cual muchos pierden de vista entre la experimentación y el abuso. Sin duda la mejor manera de escuchar música es aprendiendo a no sobre exigirle a tu cuerpo con sustancias que en su mayoría no son seguras y no puedes tener la certeza de saber que es lo que consumes.
Antes era imposible que los jóvenes tuviesen gustos musicales variados. Pero en los 90’s la disponibilidad de información y material artístico, gracias al internet, hizo que esta generación fuera más abierta que las anteriores en cuanto a la música. Fue un momento para la fiesta y tonadas pegajosas que invitaban a soltarse en la sensualidad y el “reventón”. También cabe mencionar que MTV estaba en su época más gloriosa influyendo más fácil a la juventud (incluyéndome).
En esta generación se popularizaron las fiestas, con ello un abuso mayor de sustancias alcohol y tabaco. Excedía el uso que generaciones anteriores le daban a estas.
La generación X fue víctima de un uso indiscriminado de las drogas legales tanto que las cifras de alcoholismo y tabaquismo aumentaron considerablemente.
A principios de la década disminuyó el uso de drogas ilegales entre los jóvenes, tal vez por las numerosas campañas que sacaban en la televisión en ese entonces (Vive sin drogas, etc.) A pesar de todo la marihuana siempre fue popular sobretodo gracias al Hip-Hop y sus letras de gangster y drogas.
También se popularizó mucho el género electrónico que hasta ahora prevalece. El disco de los 70’s y 80’s evolucionó a géneros electrónicos como el techno y el house, comenzándose a hacer cada vez más sintético e hipnótico. Estos géneros dieron lugar a fiestas más intensas donde las drogas ilegales cómo el éxtasis, cocaína, meth y LSD eran el corazón de sus noches.
Más tarde, a mediados y finales de la década las fiestas electrónicas empezaron a pegar más con otros géneros y subgéneros más elaborados: El trance y el psychedelic trance. Estos dos géneros transformaron las fiestas clandestinas en festivales masivos de gran magnitud ahora llamados “raves” por sus siglas en inglés: Radical Audio Visual Experience.
Estos festivales se caracterizan por tener una larga duración que va desde 12 horas hasta dos días completos de música continua. En los cuales los jóvenes se ven orillados a consumir sustancias para aguantar la fiesta completa.
Si en épocas anteriores creíamos que la gente se drogaba mucho, hoy han llegado a superarlo con estos festivales que a pesar de ser también un concierto llega a ser más que nada, un corral para drogadictos que otra cosa. La música lamentablemente no parece ser lo mas importante, pero a nadie le interesa mientras las drogas sigan haciendo efecto.
La música puede ser potenciada por las drogas, si, pero hay una línea muy borrosa la cual muchos pierden de vista entre la experimentación y el abuso. Sin duda la mejor manera de escuchar música es aprendiendo a no sobre exigirle a tu cuerpo con sustancias que en su mayoría no son seguras y no puedes tener la certeza de saber que es lo que consumes.
muy buen texto, un poco informativo con una excelente reflexión al final.
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